¿Quieres conocer un modelo de salud cercano y respetuoso?

¿Qué tal tu experiencia con tu pediatra? ¿Se muestra accesible? ¿Te dedica el tiempo suficiente? ¿Te sientes escuchada? ¿Es respetuosa con tu hija? ¿Tiene consideración con tu estilo de crianza? ¿Estás conforme con su modelo de salud, pautas y tratamientos? Hay familias que buscan un modelo de salud y un acompañamiento que respecte los ritmos y el cuidado de las criaturas, y que no se exceda en el uso de medicamentos y utilice recursos más naturales, buscan profesionales cercanos, accesibles, que dediquen tiempo y que escuchen, estas familias también buscan sentirse protagonistas y tomar sus propias decisiones de salud. ¿Quieres saber cómo acompañamos a las familias y a sus criaturas en esta etapa?

Hay familias que realizan el seguimiento pediátrico estándar que se les plantea en Atención Primaria, pero a la vez se movilizan para buscar otros profesionales que complementen este acompañamiento. Esperan compartir con un profesional que hable un lenguaje similar, sintonice con el estilo de crianza y el modelo de salud. En mi caso, como naturópata especializado en salud infantil compartiré parte del acompañamiento que realizo con las familias.

Siempre digo que realizamos un trabajo artesanal, en mi caso me desplazo al domicilio. Me encuentro en el territorio de la familia, lo que hace que la dinámica relacional entre profesional-usuario sea diferente a la de una consulta convencional, la familia se siente protagonista de su proceso y se muestra más abierta a compartir e implicarse.  En su casa, la familia se siente más empoderada en defender/compartir su posicionamiento en la crianza y modelo de salud. A su vez, las familias en sus casas se muestran más, tal como son. La exploración de un niño/niña en su casa, por parte del profesional es mucho más respetuosa. Como profesional, obtengo mucha más información que si estuviera en consulta.

La Marina tiene seis meses, desde que tiene un mes y medio, he ido varias veces a su casa. Vamos construyendo un vínculo con ella y su familia. La visita está dividida en varias partes que el profesional tiene en cuenta y mira de cuidar.

  1. Acogida. En una visita a domicilio los roles habituales de una consulta convencional están invertidos, ya que la acogida la realiza la familia en su casa. Como profesional y persona, te muestras accesible y cercano, al desplazarte al domicilio. Te adaptas a las normas de esa casa, si te debes quitar los zapatos, te los quitas! Cambia la perspectiva habitual del profesional con bata blanca, portador del saber, que desde el trono de su silla y mesa prescribe e indica. Pretendemos que las familias se sientan parte activa de su proceso y cojan las riendas de la prevención y la gestión de salud de su familia. Cada visita tiene su temática, según la edad que presente la criatura. Con la familia de Marina hablaremos de la etapa de introducción alimentaria.
  • Recogida de información, dudas y preguntas. La mamá y el papá de Marina están ilusionados y animosos de empezar a ofrecerle alimentos a Marina. Han escuchado cómo lo han hechos sus amigos, e incluso han leído algunos libros sobre el BLW (Baby Led Weaning). Y ahora nos toca tener un diálogo para compartir puntos de vista y atender dudas. Ambos, profesional y usuaria aprendemos. Pueden aparecer también miedos, preocupaciones o dificultades, u otros tema (mocos, cacas, piel, etc) y miramos acogerlos y acompañarlos. Nos damos tiempo, aproximadamente una hora, y evitamos tener que correr y despachar a nuestros usuarias.
  • Exploración física y el desarrollo. En casa no existe la camilla y por tanto, exploramos a las criaturas en los brazos de sus madres y padres, en el sofá o en el suelo. El profesional se adaptar, y se pone al nivel de su usuario, y si puede estirarse en el suelo, se estira! Realizamos la exploración básica y adaptada a la edad. Observamos a Marina, y vemos si es capaz de hacer la croqueta, si se aguanta sentada, si manipula objetos con sus manos, si reacciona a la música, etc. En su casa se muestra muy abierta y exploradora. Observo también la relación y el tipo de apego que establece Marina con su madre y su padre. Y poco a poco iremos conociendo más sobre el temperamento y el carácter que irá desarrollando Marina. En consulta no solo damos importancia a los aspectos físicos, es importante también la parte psicoafectiva, y ver cómo gestionan las familias los posibles cambios y ‘conflictos’ que se van encontrando (adaptaciones, rabietas, límites, etc).
  • Educación y autogestión para y con la salud. Vemos importante que los profesionales de la salud generen espacios de autoaprendizaje, donde las familias puedan adquirir información y herramientas que les ayude en la cura y prevención de sus hijos e hijas. Las visitas van acompañadas de documentos que suman a la información compartida en la consulta. A parte de las visitas, solemos realizar talleres y charlas de forma presencial u online para fomentar la salud, la prevención y el autocuidado. Talleres de alimentación complementaria, mocos y su gestión, primeros auxilios en la infancia, remedios naturales en la pequeña infancia, hablemos de vacunas, gestión emocional, rabieta y límites, etc

Así os podéis hacer a la idea que existen otras forma de establecer un acompañamiento de salud, y esperamos que en un futuro la consultas y seguimientos de salud en los centro de atención de atención primaria, sean más cálidos, cercanos, y a través de relaciones entre profesionales y usuarios más respetuosas, y basadas en un vínculo terapéutico próximo y de confianza.